Tenía que empezar este blog de recetas con uno de mis platos favoritos: la Quiche.
Una gran aportación francesa, la tarta salada, de la que quizás la más popular sea la Quiche Lorraine, si bien podemos dejar volar nuestra imaginación para elaborar una quiche a nuestro gusto, aunque hay unos ingredientes que no pueden faltar: los huevos y la nata, o crema de leche. En este caso os muestro una de espinacas, cebolla y queso fresco ricotta.
Ingredientes para 4 personas:
- Pasta Brisa.
- 300gr de espinacas
- 1 cebolla tierna
- 3 huevos
- 150 ml de nata liquida
- 150 gr de queso fresco ricotta
- sal y pimienta
Elaboración:
En primer lugar hervimos las espinacas con agua y sal durante 10 minutos, escurrimos y reservamos.
Rehogamos la cebolla tierna, cortada muy pequeña, con una pizca de sal. Reservamos.
Batimos los 3 huevos y añadimos la nata liquida, el queso ricotta, la sal y la pimienta. Añadimos las espinaca y la cebolla rehogada, mezclamos todos los ingredientes.
Forramos un recipiente para hornear con papel sulfurado (debe tiene runa altura mínima de 5 cm de alto) y disponemos la masa brisa con los bordes adheridos a la pared del recipiente, pinchamos la masa con un tenedor. Colocamos otra hoja de papel sulfurado sobre la masa y cubrimos con garbanzos secos, para evitar de este modo que la masa suba con el calor del horno.
Horneamos durante 15 minutos con el horno precalentado a 180º.
Transcurrido este tiempo, retiramos la masa del horno, equitamos los garbanzos y el papel superior e introducimos la mezcla que hemos efectuado anteriormente, volvemos a introducir en el horno a 180º durante 30 minutos.
Acabo de hacer esta quiche y tiene una pinta de escandalo
ya comentare como me ha salido