Mini zanahorias en papillote con mantequilla y tomillo; grosellas en papillote con salvia y vinagre de Módena; queso recuit y almendras tostadas

PRIMEROS

Colores de otoño para unas hortalizas que he contrastado con sabores ácidos y dulces, texturas tiernas que alternan con otras crujientes. Unas mini zanahorias aromatizadas con tomillo e impregnadas de mantequilla.
La textura de las mini zanahorias hechas en papillote hacen que estén tiernas pero mantengan un punto terso, a la vez que mantienen todo su sabor. Las he contrastado con unas grosellas frescas también cocinadas en otro papillote, pero éstas aromatizadas con salvia fresca, que  buscan el punto de equilibrio dulce y ácido al añadirles azúcar y vinagre de Módena, logrando unas grosellas  que combinan a la perfección con el queso recuit (ricotta o requesón). Y para finalizar una picada de almendras tostadas  que casan muy bien con todos los ingredientes.

Ingredientes para 4 personas

  • 200 g de mini zanahorias
  • 30 g de mantequilla
  • una pizca de sal
  • unas ramas de tomillo fresco
  • 100 g de almendras tostadas
  • un hilo de aceite de oliva
  • 100 g de grosellas frescas
  • 6 hojas de salvia frescas
  • ½ cucharadita de vinagre de Módena
  • ½ cucharadita de azúcar
  • 100 g de queso recuit de drap (en su defecto ricotta o requesón )
  • pimienta

 

 

Elaboración

Limpiamos las mini zanahorias, las secamos y las depositamos en el centro de  una hoja de papel sulfurido, las salamos, les ponemos unas ramas de tomillo encima y la mantequilla cortada en daditos. Cerramos el papel sulfurizado haciendo un paquete, para cocinar las mini  zanahorias en papillote. Las introducimos en el horno precalentado a 180º, y horneamos durante 20 minutos.

Procedemos de igual modo con las grosellas. Las depositamos en otra hoja de papel sulfurizado, añadimos el vinagre de Módena, el azúcar y unas hojas de salvia fresca. Cerramos  el papel sulfurizado en forma de paquete y lo horneamos durante 10 minutos con el horno precalentado a 180º.

Picamos en un mortero las almendras. Reservamos

Sacamos las zanahorias del papillote, las depositamos en el plato de servir, añadimos pequeños montículos de queso recuit y finalmente esparcimos sobre ellas las grosellas que teníamos en el papillote.

Aliñamos con un hilo de aceite, pimienta recién molida y la picada de almendras tostadas. Depositamos unas hojitas de tomillo fresco.

Mini zanahorias en papillote con mantequilla y tomillo; grosellas en papillote con salvia y vinagre de Módena; queso recuit y almendras tostadas
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Comentarios

  • 28 noviembre, 2017 a las 5:53 am
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    Me encanta!! Unas simples zanohorias ..y las combiertes en un plato de lujo!!��❤❤

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